Antonio y Juan José han sido
jockeys desde muy jovencitos y ahora son entrenadores. Se podría decir que han
pasado toda su vida en el Hipódromo de la Zarzuela.
“Yo nací debajo de las patas
de un caballo”, comenta Juan José con una amplia sonrisa.
Juan
José Echevarría debutó con 14 años y ahora tiene 52. Cuando
dejó de ser jockey pasó a ser entrenador, y a pesar de la difícil enfermedad
que sufrió, tiene la suerte de poder seguir en el Hipódromo, de lo que se
siente muy orgulloso.
Antonio
Sánchez Casasola entró de aprendiz en el Hipódromo en 1970, con
13 años. Montó la primera carrera a los 14 y ganó la primera a los 15. Fue
jockey hasta los 45 años y ha montado en todos los hipódromos de España,
habiendo ganado en todos ellos. Cuando terminó su carrera de jockey se hizo
entrenador. Actualmente tiene 58 años y tiene a su cargo siete caballos, de los
cuales dos son suyos: Makaamen y Sonora.
Entre bromas y mientras
insistían en prepararme un bocadillo de salchichas y panceta, les hice alguna
que otra pregunta a estos legendarios señores tan majos…
¿Cómo
es el día a día en vuestro trabajo?
Antonio: Venimos al
Hipódromo a las seis de la mañana y preparamos a los caballos. Esto consiste en
amarrarlos, limpiarles la cama, repasarlos, cepillarlos, les preparamos para
salir, les ponemos el agua limpia, el heno, el pienso…Después les ponemos la
montura, el filete, les sacamos a caminar, les damos una vuelta y bajamos a la
pista de entrenamiento, donde les hacemos el correspondiente para la carrera
que vayan a correr, dependiendo si es distancia larga o corta. Una vez que
terminan el trabajo, volvemos a subir, los duchamos, los ponemos a caminar otro
rato y después los volvemos a meter en la cuadra y los repasamos y cepillamos
de nuevo. Así termina la mañana hasta que llega la tarde y los volvemos a
amarrar, a peinar, les damos otro paseo…Luego los volvemos a meter, les damos
el pienso y la cena y hasta el día siguiente. Es un trabajo muy sacrificado.
Los entrenadores no tenemos vacaciones ni días libres porque los caballos comen
y beben todos los días y nosotros somos los responsables de ello. De vez en
cuando podemos dejar encargado a alguien pero nos sentimos mal por si le pasa
algo al caballo. Si le pasa algo al caballo, si el caballo no rinde, el
propietario se cansa y el primero que lo paga es el entrenador, éste le suele
echar la culpa al jockey, el jockey al mozo…Como en el fútbol, si falla un
equipo el primero que va a la calle es el entrenador.
¿Qué
hay que hacer para ser jockey?
Antonio: Si quieres ser
jockey haces un curso, pero tienes que empezar con 14/15 años, aunque ya no se
puede correr por ley hasta los dieciocho. Tienes que tener unas cualidades,
como pesar poco y te tienen que gustar los caballos, no vale solo con ser
valiente. Yo tengo dos hijos, Victor que
tiene veinticuatro años y es jockey, que ganó en la carrera de la Castellana, y
tengo otro que tiene catorce, que viene a la cuadra también desde que nació y
limpia las cuadras, pasea a los caballos, les pone el pienso…lo que quieras
menos montar, eso ni de broma.
¿Qué
se tiene que hacer para tener un caballo en el Hipódromo?
Antonio: Lo primero que
tienes que hacer es darte de alta en una cuadra y buscarle un entrenador. De lo
que gane el caballo el 80% es para ti, el 10% para el entrenador y el 10% para
el jockey. Pero todos los meses tienes que pagar 1000 euros tan solo por
mantener al caballo aquí.
¿Y
compensa? ¿Cuánto se suele ganar en una carrera?
Antonio: Lo mínimo que se
gana en una carrera son 4500/5000 euros, lo máximo que se gana son 72000 euros
en el Gran Premio de Madrid. Mantener un caballo de carreras es caro, pero es
un lujo, como a quien le gustan las motos o los coches. Es un hobby, se
invierte por diversión pero no para ganar, porque es caro y si te sale un
caballo malo puedes perder mucho dinero.
Juan José: Tener un caballo
de carreras es caro, pero si te sale uno bueno el bolsillo se te llena…
Antonio: ...Y si te sale uno
malo se te hace un agujero en el bolsillo y el dinero se te cae.
¿Estáis
contentos con vuestro trabajo?
Antonio: Sí, estoy contento
porque hago lo que me gusta y encima gano dinero.
Juan José: Sí, estoy muy
orgulloso.
¿Cuál
ha sido vuestra mejor carrera?
Antonio: Habla tú Juan José…
Juan José: La primera
carrera que ganas en tu vida es brutal y yo tuve la suerte de ganar la segunda
que monté. Fue una experiencia alucinante…Yo me veía ahí con veinte caballos y
con jockeys de la talla de Claudio Carudel, sin ser consciente ni de a dónde
iba. Es una sensación inigualable. A pesar de haber ganado los mayores premios
como entrenador, no es lo mismo. Yo ahí era apenas un niño, al que su padre
levantaba todos los días a las seis de la mañana, lo traía al Hipódromo,
montaba dos caballos y luego se iba al colegio, donde se quedaba dormido.
Cuando terminó la
conversación, me presentaron a los caballos que tienen a su cargo y me contaron
alguna que otra cosilla más sobre estos.
Makaamen me hizo una
demostración de su carácter dócil. El caballo más tranquilo de la cuadra se
tumbaba en la arena y se revolcaba como si de un perro se tratase.
Antes de irme, pasamos por
el despacho de estos hombres que tan bien se portaron conmigo y me enseñaron el
trofeo del Gran Premio de Madrid que se correrá el próximo veintiséis de junio
y que está valorado ni más ni menos que en tres mil euros.
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