En esta entrada voy a hablar
de las puertas de acceso al hipódromo,
que son tres.
Por un lado está la Puerta Norte, que da acceso a la mayoría de cuadras y conecta
directamente con dos de los tres restaurantes con los que cuenta el Hipódromo.
Podría decirse que esta puerta es la más aburrida, ya que entra poca gente y su
estética es bastante simple, al menos si la comparamos con las otras dos
puertas.
En
segundo lugar está la Puerta de Acreditados.
Esta conecta directamente con el parking privado, al que sólo pueden entrar los
propietarios, preparadores y cargos hípicos, y da al paddock, donde pasean los caballos en círculo antes de bajar a la
carrera. Uno de los lugares más bonitos del recinto.
Y por
último está la Puerta Sur. La
principal del hipódromo y la más entretenida. A ella llega el autobús que pone de manera gratuita el
hipódromo y que sale desde Moncloa. De esta manera todos los aficionados que no
puedan ir en coche o pagar el servicio público tienen la posibilidad de asistir
a las carreras jornada tras jornada.
Al
ser esta la puerta principal, también cuenta con una estética mucho mayor. Está
dividida en tres arcos que no pueden
ser modificados porque son Patrimonio, por eso se tiene el máximo cuidado posible
con ellos. Especialmente en la jornada de las carreras nocturnas, donde la luz
proviene del suelo y no de los arcos, ya que no existe conexión eléctrica en
ellos. Los días de carreras se cierran dos arcos y se deja el del centro
abierto para que todos los aficionados entren por ahí.
Es
bajo este arco de la Puerta Sur donde trabaja Sara Pérez todos los domingos: “Aquí
es donde dos compañeros y yo recogemos la entrada, pasamos el código y una vez
que todo está correcto, la persona entra sin problemas.” Hablé con ella y me
contó que llegó al Hipódromo hace ya dos años y medio, concretamente en
septiembre de 2011. Era su primer trabajo y no sabía cómo lo podía hacer.
“Estar de cara al público no siempre es fácil porque te encuentras de todo,
gente muy amable y gente todo lo contrario. Pero te terminas adaptando a todo e
intentas manejar cada situación como puedes”, decía Sara.
Muchas
de las personas que van a entrar al hipódromo por esta puerta hacen una parada
antes para observar el fantástico coche que se encuentra justo enfrente. Un Pegaso Gama 7 que fue donado al
Hipódromo para que decorara la entrada y todos se pudieran fotografiar junto a
él. Este coche se pasea por Madrid durante la semana, haciendo publicidad del
Hipódromo.
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